miércoles, 28 de octubre de 2009

Hola a todos 1

Hola a todos. Quizás alguno de Uds. no están al tanto del cambio radical en mi vida, por ahora quiero verlo como un paso hacia delante de solo 8 mil km., como saben mi esposa y mis hijas están en España desde hace 3 años, y yo no había podido venir de manera permanente, solo lo hice a manera de turista por viajes de max. 2 meses, pero éste pasado 3 de Septiembre cruce el “charco” con la intención de radicarme por lo menos 1 año en España. No veía a la familia desde Enero, es decir 9 meses y les digo que la separación es muy dura, bueno ni para que decirlo, es fácil imaginarlo, imagínense la emoción del viaje, aunque para ser sincero no tuve mucho tiempo para pensarlo, desde que conseguí la visa hasta el viaje fueron infinitas carreras, tratando de dejar las cosas lo más acomodadas posible, por cierto, que la sensación de tratar de dejar esas cosas como si uno no volviera pues es difícil, supongo que eso que llaman arraigo es fuerte y dejarlo así en 15 días no es fácil. En fin el 3 de Septiembre con más aciertos que faltas deje Venezuela y no se por cuanto tiempo, ni lo pienso, el hecho de estar con la familia llena cualquier vacio y les digo que son grandes los vacios que deja uno con la familia y las amistades, supongo que es el punto más difícil para un inmigrante, pero que en mi caso, es compensado con los abrazos espontáneos de cada chica de mi familia. Volviendo al viaje, el avión se retraso 3 horas por el chequeo de las maletas, ya dentro del avión todavía mandaban a bajar a los pasajeros a abrir las maletas, yo fiel a mi pensar, esperaba que me llamaran, más, cuando en las maletas llevaba una gallina de metal, y varios ángel de madera 40 cm. pero no, no me llamaron, éste retraso complico la conexión en Madrid a La Coruña, lo había previsto y la conexión era de 5 horas así tendría tiempo de comer y cambiar ($), pero al llegar a Madrid comunicaron que la conexión mía era la última que se podía hacer desde el vuelo en que llegaba, así que fue carrera hasta el otro terminal, al llegar entendí que se pudo hacer porque el vuelo de la Coruña se retrasó 25 minutos, al fin llegue, el Aeropuerto de la Coruña es más viejo que el de Vigo, la idea de la Coruña era quedarme un día ya que al otro día jugaba la selección de España en su estadio (Riazor) pero esto no se dio, me esperaba una amiga que me “prestó” 20 euros (no pude cambiar en Madrid) para comer y tener para el viaje a Orense, el bus no era directo ni mucho menos, lo que en tren se lleva 1.5 horas lo hizo en 3 horas exactas, pasando por todos los pueblos intermedios, inclusive parecía transporte urbano porque recogía pasajeros de un pueblo y los dejaba a la media hora, de éste viaje quería comentarles 3 cosas: 1era, a la salida de La Coruña, los locales en alquiler por toda la ciudad dan terror, son demasiados, huella indeleble de la crisis que afecta al país, 2 da. La cantidad de antenas TDT (televisión digital terrestre) que hay por todos lados, ya la antena tradicional de forma de espiga se acabaron, por supuesto para mejor, la imagen de TV es excelente y 3 ero. Los sembradíos de maíz, la mata se ve mucho más robusta que las nuestras, similares a las americanas, casi esperaba por los espantapájaros y los cuervos (como en las comiquitas), pero de esto último no solo es sorprendente los sembradíos de maíz, es que aquí no se comen… aquí no consigues mazorcas, harina, nada de eso, lo usan para “comida de los cerdos”… me dice Gaby que se usa una frase tal vez galega.. que dice… del mar los mariscos, de la tierra el cordero, y del aire…ay, si los cerdos volaran !. Por fin llegue a Orense, la expectativa era enorme, me quede mirando en el terminal esperando a ver la familia pero nada, la toma del bus y el retraso pues confundieron a todos y no sabían si llegaba ni a qué horas, así que baje y llame y vinieron a buscarme en el “coche” de la tia Mary. Valentina corrió y después Gaby y nos abrazamos con mucho sentimiento, las otras dos hijas quisieron esperarme en el apto, el abrazo fue increíble, diría que momentos puntuales de máxima felicidad como ese son difíciles de tener, pero el coste para ello no lo recomiendo, es un costo que no quisiera volver a pagar para vivirlo. Ojala que estos 3 años hayan valido la pena, el tiempo lo dirá. Seguiré escribiendo, me hace mucho bien hacerlo, y siento que los mantengo cerca de nuestras vidas. Más adelante montaré un Blog de manera de que todos interactúen, por ahora mejor escribo y mando email porque sino no hago nada. Espero sus notas que de seguro disfrutaré mucho leerlas. Que estén bien Gustavo

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